Ensayos maniacoideológicos

cacofonías del egoísmo

4/14/2003

Ni cómo ayudarte Fidel.

Podría argumentar que en la isla del encanto, la bellísima, romántica y revolucionaria Cuba, la justicia es expedita, que los condenados a muerte por cualquier tipo de cargo no son sometidos a la tortura del “corredor de la muerte yankee”, albergando con ello esperanzas de liberación de la pena capital. Que la buena disposición del jurado para catafixiar la muerte por cadena perpetua, en la mayoría de los casos, se convierte en una muerte lenta... Pero no, no logro entender las pretensiones del comandante-dictador.

¿Qué es lo que pretende su majestad Fidel Castro condenando y ejecutando a tres jóvenes cubanos por “terrorismo”? ¿acaso quiere terminar lo más pronto posible con la utopía revolucionaria? ¿quiere que termine su gobierno en un mar de sangre? ¿pretende que los norteamericanos, envalentonados ante el indiscutible triunfo sobre el régimen de Husein, se decidan a financiar a una orda de gusanos maiamenses para tomar el control de la isla?.

Después de 44 años de férrea lucha contra las múltiples adversidades preparadas desde Washingtong y Miami, tal parece que Fidel Castro quiere morir junto con su régimen. ¿cómo entender a los “socialistas” que condenan a muerte a su población?. Sobre todo, cuando parece que los fusilados ni siquiera eran disidentes organizados...

La muerte como opción de sostenimiento de un régimen, aún del tabú academicista-humanista cubano, es un error, no solo político, sino que más pareciera una provocación con destinatario.

Además de los condenados a muerte, responsables del secuestro de un ferry, para llegar a los Estados Unidos; en las últimas semanas han sido sometidos a juicios sumarios unos 70 disidentes y condenados a penas de 20 años o más, para algunos “toda la disidencia organizada en la isla”, no cabe duda que el endurecimiento del régimen, tratando con ello de mantener el control absoluto de la población, le puede salir más que caro a Fidel.