Ensayos maniacoideológicos

cacofonías del egoísmo

12/20/2002

El baño diario, la buena cara, las luces, las coloridas esferas, el arbolito, las copas rebosantes de vinos importados, los discursos, los reconocimientos públicos, los bocadillos, la coperacha, los abrazos, los buenos deseos, los regalitos baratos: casi siempre chocolates (mmmmmmmm).
El ser partícipe, a huevo, de las celebraciones de fin de año, así como soportar las alusiones explícitas al judeo-cristianismo son rituales que deben de seguirse año tras año en esta estúpida función pública. ¡Cómo se me antojaría brindar con las personas a quienes realmente aprecio!, ¡lástima que me encuentro tan alejada de todo!.