Dos mujeres iranies, siamesas, muerieron en dias pasados.

La ciencia "normalizadora" pretendia individualizarlas con el absoluto convencimiento de ambas. Despues de casi cuarenta y ocho horas en un quirofano de la ciudad de Singapur, ya separadas, murieron con diferencia de una hora Ledan y Laleh, esto después de veintinueve años de vivir unidas de la cabeza.

Su muerte, después de su separacion, ha despertado un debate interesante... la ética medica se pregunta si fue conveniente hacer la operacion. Los unos plantean que las mujeres deseaban dos formas de vida distintas y que de manera libre optaron, conociendo los riesgos que implicaba la intervencion, y otros consideran que la operacion era valida únicamente si las siamesas corrian peligro de muerte al no ser separadas.

Las siamesas consideraban que era necesaria su separación. Consideraban que si Dios las queria separadas vivirian, de lo contrario descansarian del profundo dolor que les significaba vivir unidas. Dificil es oponerse a la desicion que tomaron.

En esta sociedad individualista, en el que el Yo se encuentra sobre el nosotros (y en donde cada día es mas ausente...) se sigue construyendo una sociedad tan uniformizante y homogenea que, para poder sobrevivir en ella, se requiere de seres "normales". Incluso en Irán, un pais considerado "conservador" y "atrasado", les era casi imposible desarrollarse como humanas a las hermanas siamesas.

Siempre que salgo a las calles de esta ciudad y observo a las personas que transitan en ella, parece que la "normalidad" sigue siendo sólo una utopia y eso me alegra mucho...