Ensayos maniacoideológicos

cacofonías del egoísmo

5/16/2005

Nunca se me ha ocurrido comprar un periódico especializado en deportes; acaso, porque durante mi niñez todos los sábados lo primero que hacía antes de desayunar era ir por La Afición para que mi papá pudiera ver en que campo jugaría beisbol el domingo siguiente. Después de que mi deportista padre localizaba su lugar de reunión podía tener el diario el tiempo que así lo quisiera.

Nunca me interesó leer sobre deportes, antes bien, la parte de notas citadinas era mi favorita. En dicha sección aparecían los crímenes más sangrientos del día anterior, sección que siempre era extensa... lo único que me interesaba para entonces era saber cuantas mujeres u hombres, niñas o niños habían muerto atropellados, cuantos asesinados ya fuera por sus parejas o padres o madres o hijos o por desconocidos habidos de pertenencias ajenas, cuantos por drogadictos; específicamente por mariguanos o alcohólicos y cuantos de ellos pertenecían a lugares cercanos a los de mi casa. La idea que tenía, era que en ese periódico se registraban todos los crímenes que se desarrollaban en la ciudad de México y su área metropolitana por lo que me di a la tarea realizar una estadística semanal. Pude constatar con ellas que en fechas como la semana santa o las fiestas patrias se elevaban considerablemente los crímenes.

Sobre política me interesaría más tarde, por lo que al ingresar al bachillerato me hice adicta, además de al tabaco, al diario La Jornada.

Todas las mañanas, antes de ir a la escuela y posteriormente al trabajo había comprado religiosamente el periódico pero a partir de unos tres meses para acá me prometí que debía dejar ese mal hábito y concentrarme en leer por la mañana otro tipo de cosas. Todas las mañanas, al ingresar al metro observo como muchísimas personas, especialmente hombres, compran periódicos deportivos y no logro descifrar su interés creciente por esa área del periodismo. Hoy en particular, imaginé un artículo de análisis en el que se describe paso por paso la jugada que Pereira realizó para garantizar el pase a la semifinal de la escuadra albiazul, cómo pudo sortear con un heroísmo con sello de víctima, la embestida de al menos cinco defensas del Monterrey...