Ensayos maniacoideológicos

cacofonías del egoísmo

3/06/2003

Ayer por la tarde tuve una reunión con una de mis mejores amigas, Gabix, pues bien, después de despotricar contra la deshumanidad de nuestros amigos comunes y de platicarnos mutuamente el enfrentamiento cotidiano con la realidad real, decidimos ir a darnos unos toquesillos a mi casita.

Camino a ella, como a eso de las 6 de la tarde, y enmedio de un infernal calorón que se arremolinaba a nuestro alrededor, dentro de la linea tres del metro de esta ciudad, y de platicar acerca de los clichés, los símbolos, los estigmas, los emblemas y las miradas que nos significan, surgió del vagón un pájaro que volaba y daba tumbos, se estampaba e impedía que alguien pudiera atraparlo. Después de comentar nuestra creciente tendencia a desifrar todo como simbólico y tal, no hubo más que sonreir ante tal imágen.

Gabix por su parte y ante la mirada desesperada y preocupada de muchos de los pasajeros trató de asir al ave con la intensión de bajarla a la interperie cuando subiéramos a la superficie, pues bien, le fue imposible atraparla y así, justo en el metro zapata el pájaro desconcertado y experimentador salió del vagón para arribar a una nueva aventura.