Ensayos maniacoideológicos

cacofonías del egoísmo

5/20/2003

A partir de el día de ayer he iniciado la operación hormiga... irme llevando a casa las pertenencias que acumulé por un par de años en esta mi oficina. 10 días más y estaré fuera. Mientras más se acerca la fecha crítica me pongo un poco más nerviosa, eso a pesar de que mi agenda se encuentra llena para esta semana y parte de la siguiente.

Los fines de semana en Valle me han traido los espacios de tranquilidad y soledad que necesito para leer algo más que periódicos y revistas de política. Gracias a esos fines de semana también he mejorado con mucho mi alimentación y he cocinado un par de veces, lo cual me llena de satisfacción y placer profundos. Recorrer el mercado el domingo por la mañana es una fiesta de colores, sabores y olores. Los campesinos de las regiones cercanas ofrecen hortalizas, verduras, frutas, hierbas, tortillas, pan, alimentos preparados, trucha fresca y seca, insectos...

La exigencia de un consumidos preocupado por su salud (ajá) ha generado la "organicación" de los productos del campo. Así puede uno encontrar en el mercado hortalizas y demás productos procesados (como mermeladas, jaleas y conservas) de orígen organico que son sencillamente deliciosos. De pronto llego a pensar que quizá sería bueno poner una casa distribuidora de esos productos en las colonias mamononas del dfectuoso... ya lo veré.

Las relaciones públicas y la identificación del pueblo, primera etapa de lo que será mi trabajo, han ocupado mis fines de semana. Hacerme presente en esa maraña de gente bien; manejandome amable y segura a la vez me han llevado a conversar con individuos muy inteligentes y creativos. La pura vida bonita basada en galerias de pintura "astractaaaaa", artesanias de cerámica, escuelas y librerias, clubs y conciertos...