Nadie le conocía completamente. Un día decidió, de manera obligada, quitarse una y otra y otra y otra máscara ante un poco sorprendido espectador; con esa acción acalorada, se dio cuenta que era tan pequeñita como cuando de niña soñábase encerrada en una cápsula de tiempo. También comprendió que había hecho tanto daño como a ella le habían hecho en ese reducido espacio que habitaba. El momento fue tan desgastante que no tuvo fuerzas para ensoñar, como solía hacer siempre en situaciones como aquella. Su corazón se desmoronó en pequeñas astillas cristalinas mientras cada uno de sus poros se mixturizaban de a poquito con aquellas. Sus ojos no resistieron tanta confusión; ese no era el momento de descargar su afluente y optaron por cerrarse. Igual hizo su boca.
Previous Posts
- Pretender conocer la verdad, atreverse a trascende...
- A partir del momento en que cobré mi cheque quince...
- Siguiendo la luna Siguiendo la luna no llegaré le...
- La independencia me ha costado suficientemente car...
- Golpes, violencia, reclamos, sueños que se convier...
- Las imágenes televisivas, en las cuales se difunde...
- Hacía ya mucho que no me daba el tiempo para escri...
- El tipo me provocó y por lo tanto me encontré a mi...
- Y la respuesta una vez más es: cerveza!!!. Que más...
- El deseo de atravesar y dejar atrás la pesadilla a...
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home