Ensayos maniacoideológicos

cacofonías del egoísmo

9/29/2005

Quizá como comenta Antonio Negri en su libro Imperio (Paidos, 2004), una de las características del sistema mundo que nos toca vivir tiene que ver con la forma en que el estado total, a través de los medios de comunicación, utiliza el miedo de la multitud.

Resulta, que después de una semana mediatizada por una noticia buena y otra mala; --tal como daban cuenta por la mañana "los gráficos de a dos varitos": la portada con la cara de Romano; entrenador secuestrado y liberado gracias a las fuerzas especiales de la afi, y la contraportada con la cara de Martín Huerta, muerto en un "accidente", junto con otras siete personas del staf de la secretaría de seguridad pública federal y un visitador de la cndh-- ahora lo que se encuentra en el "ojo del huracán" es la aparición de los llamados kaibiles, gracias al anuncio de la captura de algunos de ellos en Chiapas, por voz del secretario de la defensa nacional durante su glosa del quinto informe, ante senadores. Los kaibilies, grupo paramilitar guatemalteco que ahora que se encuentra desempleado y "en busca de alianzas estratégicas con otros ex-militares mexicanos, al servicio del narcotráfico", son puestos al descubierto en los medios electrónicos como sanguinarios; pero, es claro que mientras realizaban sus atrocidades en los setenta y ochenta se negó sistemáticamente su existencia.

Ayer, durante el noticiero de Javier Alatorre, mientras exponía los orígenes, preparación, las características y las sangrías kaibiles, no me quedó claro si por algún descuido o con algún tipo de intencionalidad (quizá esto último sea lo más seguro), deslizó que ese grupo había entrenado recientemente a un grupo militar de élite (mexicanos, todos ellos) que en estos momentos se encuentra "trabajando" en las cercanías del territorio zapatista. ¿por qué lo dijo?