El optimismo se derrumba con mucha facilidad. La magia que representaba emerger a un nuevo día termina y da paso a un periodo de desolación extrema. La madre naturaleza se revela en los actuales días mostrándonos una total ausencia de sol; las contradicciones climáticas me ofrecen desde lluvia y frío hasta bochorno y humedad.

La muerte, resultado del genocidio norteamericano ronda por los aires del planeta tierra; el olor que se desprende del asesinato inunda el ambiente y lo enrarece, gracias a ello mi percepción del otro se distorsiona. Pareciera que la esperanza se terminó cuando fumaba el último cigarrillo del día... todo sería tan fácil si terminara de una vez por todas.

Ya no quiero sol, ya no quiero vacaciones, ya no quiero amar, lo único que necesito en este momento es dormir, soñar, vivir mientras sueño...

Quizá mañana haya algo por que seguir siendo humana.

Hoy nisiquiera tengo ganas de leer el periódico, ni de hablar con nadie de nada, de hecho no tengo idea de porqué me encuentro aún trabajando. Quizá sea por el cambio de horario, o por un poco de cansancio acumulado. El programa que se transmitirá el día de hoy a sido el peor de toda la temporada y sin embargo saldrá... quizá porque la compu de mi oficina se murió y necesito hacer el duelo en una oficina que me es ajena o porque ya me cansé de todo.

Me encuentro tan cansada de todo, del contexto, de la insufrible cotidianidad que ahora parto de aquí a someterme a una terapia filmica. Espero que haya algo bueno en la cartelera.

El familiar abre las palmas de las manos, como hacen los árabes para expresar impotencia. "¿Qué podemos hacer?", dicen siempre, pero él no dice nada.

Me alegro de que así sea. Después de todo, ¿cómo podría decirle que Safa Karim debe morir por el 11 de septiembre, por las fantasías de George W. Bush, por la certeza moral de Tony Blair, por los sueños de "liberación" de Paul Wolfowitz y por esa "democracia" que para crearla requiere que les arranquemos a bombazos la vida a estas personas?

Robert FISK Enviado especial en Irak

http://www.jornada.unam.mx/012n1mun.php?origen=index.html

Después de un largo, larguísimo fin de semana, hasta la noche de ayer encendí la caja idiota para darme cuenta que el genocidio de iraquies ha perdido el interés de los medios masivos de comunicación. Con la entrada de la infantería de marina a Bagdad, la pesadumbre que los comentaristas reflejan nos muestran que al parecer, el show mediático está próximo a terminar. La clásica política de tierra razada, característica en las incursiones de nuestros vecinos del norte a países “enemigos”, difícilmente será captada por los corresponsales de guerra. El diario El País en su edición del día de hoy da cuenta de la muerte de uno de sus periodistas, a manos de un misil iraquí que penetró en las instalaciones del Hotel Palestina, lugar donde se concentran una centena de periodista (¡¡¡incluyendo a nuestro lalo Salazar!!!!) ¿qué decir ante tal afirmación?.

Al parecer los medios esperaban un espectáculo más aletargado. Es claro que las imágenes del horror, de individuos penetrados por las bombas de racimo han perdido el impacto que tuvieron en días pasados. Las cadenas televisivas esperaban que las presumibles armas de destrucción masiva aparecieran en escena, que marines y sociedad civil iraquí fueran expuestos a armas químicas y biológicas lo antes posible, que los fedayines, convertidos en bombas humanas estallaran a la de ya!!!, que la resistencia del pueblo fuera más aferrada, pero no fue así, los marines ya están en el centro de Bagdad.

Los próximos días pueden ser previsibles: imágenes de horror que en semanas anteriores fueron proyectadas en las cadenas televisivas nacionales serán repetidas y repetidas y repetidas hasta el cansancio, o, hasta que se cubran los costos que les representaron. Historias nuevas habrá que contar, lo anecdotario, de un escenario de “guerra pasada”, cubrirá las pantallas. “Quizá la historia de una ancianita iraquí que perdió a toda su familia (¿porqué no de unos 12 integrantes?) pero que “gracias a Alá” logró conservar a su gallina más ponedora, gracias a ello, aún tiene que comer”, documentales del asesinosadam, de sus más cercanos colaboradores y de su madre que lo parió.

Los corresponsales de guerra se encuentran próximos a salir, muchos más ya han salido, incluyendo a la televisora qatarí Aljazzeera, la “invasión norteamericana” ya no es negocio para los medios, han gastado más de lo que se tenía previsto. Las bolsas de valores se recuperan en medio de la “sangre humana”, la pax americana parece que nuevamente se ha impuesto, justificando como es su costumbre problemas internos, ¿acaso el fraude electoral que llevo al poder al insensato de Bus?.

Pocos marines muertos, por lo menos, muchos menos de los que deseaba. Muchos civiles muertos, más de los esperados, pero habrá muchos más, solamente que pocos reporteros darán cuenta de ello. Lo único que espero es que Robert Fisk, mi corresponsal favorito, aguante un poco más en el escenario.

El próximo sábado 12 de abril, senadores y hartos más han convocado a una manifestación contra la guerra, tienen tantas ganas de hacerlo que hasta spots televisivos han contratado, que además de todo resultan ser muy malos. Institucionalizar el deseo de paz es tan absurdo que espero que antes de ese día termine el horror, que el gobierno marine se instale en Irak o que por lo menos muy pocos asistan a la concentración que llegará al zócalo y no a la embajada norteamericana como debería de ser. Por cierto, los reportes de la incursión de la infantería de marina en el centro de Bagdad ha sido desmentida por un funcionario iraquí, ¿será que las imágenes que soportan la afirmación del "triunfo yankee" son parte de la serie de acción favorita de bushito???????