Ensayos maniacoideológicos

cacofonías del egoísmo

7/02/2004

A partir del momento en que cobré mi cheque quincenal con un sustancial aumento he dejado de ser de la banda bandita de la oficina y he comenzado a ser una jefa más. Resulta increíble lo que puede llegar a ser un monto que inexorablemente se irá a descontar unos cuantos pesos a una deuda que aveces resulta impagable.

Así, ahora las chicas que me acompañan por más de ocho horas al día me ven con una desconfianza sin igual; ya no soy parte de la comunidad "explotada" y por lo tanto he dejado de ser digna de su preciada amistad. Las relaciones de trabajo se han transformado y una vez más la culpa de todo la tiene el maldito dinero. Aquí, en el espacio laboral en el que como nunca se han atrevido a valorar un poco mi "trabajo" y en el que realizo una labor interesante y satisfactoria. En fin, quizá empezaré a comportarme como una jefa, aunque ¿qué más da?...