Hace un par de meses
en casa de Andrea

Quizá como comenta Antonio Negri en su libro Imperio (Paidos, 2004), una de las características del sistema mundo que nos toca vivir tiene que ver con la forma en que el estado total, a través de los medios de comunicación, utiliza el miedo de la multitud.

Resulta, que después de una semana mediatizada por una noticia buena y otra mala; --tal como daban cuenta por la mañana "los gráficos de a dos varitos": la portada con la cara de Romano; entrenador secuestrado y liberado gracias a las fuerzas especiales de la afi, y la contraportada con la cara de Martín Huerta, muerto en un "accidente", junto con otras siete personas del staf de la secretaría de seguridad pública federal y un visitador de la cndh-- ahora lo que se encuentra en el "ojo del huracán" es la aparición de los llamados kaibiles, gracias al anuncio de la captura de algunos de ellos en Chiapas, por voz del secretario de la defensa nacional durante su glosa del quinto informe, ante senadores. Los kaibilies, grupo paramilitar guatemalteco que ahora que se encuentra desempleado y "en busca de alianzas estratégicas con otros ex-militares mexicanos, al servicio del narcotráfico", son puestos al descubierto en los medios electrónicos como sanguinarios; pero, es claro que mientras realizaban sus atrocidades en los setenta y ochenta se negó sistemáticamente su existencia.

Ayer, durante el noticiero de Javier Alatorre, mientras exponía los orígenes, preparación, las características y las sangrías kaibiles, no me quedó claro si por algún descuido o con algún tipo de intencionalidad (quizá esto último sea lo más seguro), deslizó que ese grupo había entrenado recientemente a un grupo militar de élite (mexicanos, todos ellos) que en estos momentos se encuentra "trabajando" en las cercanías del territorio zapatista. ¿por qué lo dijo?

Las noticias de actualidad son cada vez más laxantes: el gobierno foxista día con día ve crecer su acéfalo estado de las cosas; así, después del misterioso y pésimamente mediatizado "accidente" de quien sería uno de sus hombres fuertes en el gobierno y de la dramatizada emergencia del temible salinas de gortari, las cosas pintan pésimo para el año electoral que viene. Ya en el último comunicado del EZLN se augura represión sistemática contra los disidentes, contra aquellos que no se alineen a alguna de las alternativas de la democracia favorita del sistema capitalista: la democracia procedimental, y el asesinato de opositores ya comenzó con un dirigente de aquellos que se oponen a la construcción de la presa la parota.

El país en un par de meses verá nacer a tres consentidos que disputarán para sus oligarquías (clases políticas) personales el poder de la presidencia de la república, las cámaras: senadores y diputados, y con ello, a los que serán los consensuados representantes en los órganos "autónomos" del estado y sobre todo, y más importante, se disputarán los recursos, que ya gozan imaginariamente, de los altos precios internacionales del petróleo y de las remesas que los mexicanos, que optaron por huir de las casi nulas alternativas laborales de este México de primerísimo nivel, continuarán mandando para beneplácito de los índices de confianza del consumidor.

Pero no todo será color de rosa para los politiquitos que llevan generaciones viviendo del erario, valga decir que las cosas no necesariamente cambiarán para el bien de las clases políticas triunfadoras ya que, ahora, gracias al patrocinio del empresariado mexicano, que se manifiesta siempre “preocupado por el bien de la nación”, se tratará de imponer, por lo menos relativamente, un programa que (dicen) emanó de la sociedad civil: esa entelequia que lo mismo sirve para justificar desvíos millonarios que para concentrar anónimos descontentos con la impartición de justicia, y que además se da tiempo para asistir a folklorizados eventos que aluden a un México similar a foxilandia. Pues bien, los empresarios, aquellos que les es suficiente un poco de inestabilidad para poner a salvo sus capitales en su paraíso fiscal favorito, no quieren quedar fuera de la repartición de lo que se augura será un sexenio remasterizado donde lo más importante será "la danza de los millones".

Haber si no se les cae el numerito a la hora de la hora, porque la naturaleza no se encuentra muy contenta en las últimas fechas y pues de pronto nos toca por este sur.

Cuando abro los ojos en ese que se ha convertido en mi hogar pos fiesta, Laura, ya avanzó suficiente en sus tareas domésticas. Ya ha terminado de la cocina y espera que desaloje la recámara para continuar e irse; sin embargo, un poco antes de que eso suceda, ya preparó un sencillo desayuno y me invita a pasar al baño y quitarme la fiaca del sábado por la mañana y después a comer. Despertar así de pronto se ha hecho costumbre y ya ni ella ni yo nos sorprendemos de nuestra presencia. Este fin fue rarito y llegué a ese sitio muerta de risa, todo gracias a un encuentro nada esperado con una vieja amiga con costumbres igualmente añejas: un toquesín fue suficiente para alegrarme la noche. Hacía tanto tiempo que no disfrutaba tanto durante un peregrinar por sitios tan diversos.

Falta únicamente una semana para cambiar de tajo una vez más: de casa seguro, de lo demás tal vez. De cualquier forma la mala cara en el trabajo continúa: la administradora continúa siendo un cero a la izquierda para mí y lo mejor es que cada día lo es para más compañeros, ya únicamente sus niñas lindas secretariales le dan coba pero eso se torna en una especie de competencia al estilo de ¿quién aguanta más? Hay momentos en que se que puedo fastidiar a mis interlocutores con tanta jodienda sobre la tipa, pero es que tengo que tratar con ella durante toda la estúpida semana y ¡la odio!

Que bien que existen fines de semana.