Las imágenes televisivas, en las cuales se difunde la violencia, poco a poco pierden efectividad en la conciencia de los televidentes. El cinismo expresado sin ningún tiento por el estado israelí, justificando el bombardeo de un grupo de manifestantes palestinos, dejan de ser comentadas y rechazadas cuando se convierte en cotidianidad. Aún cuando la ONU haya condenado el hecho, la masacre, a los gobernantes de Israel les interesa muy poco. Muchas resoluciones han sido aprobadas por la ONU y el exteminio de palestinos continúa, asimismo, queda claro que los gobernantes norteamericanos, al abstenerse de condenar el bombardeo, reafirman su vocación de dominio... Lo que podría seguir escribiendo no son más que lugares comunes.

Hacía ya mucho que no me daba el tiempo para escribir las cosas que pienso, siento, espero.. de pronto la escritura se ha trasladado hacia encargos preconcebidos y plagado de lugares que día con día se hacen más comunes. La periódica depresión quiere volver pero trato de frenarla, de no permitirla una vez más en mi casa. Cada paso, cada sueño preconcebido que lacera mis pensamientos, interrumpe mi cómoda existencia.

El mundo sigue con su caricaturesca modalidad, continúa exponiendo imágenes grotescas y violentas. La Gaya continúa con su implacable desarrollo y aquello que comenzó con un "atentado" continúa cobrando día con día más y más víctimas.

Los tiempos violentos continúan, la cotidianidad sigue reduciéndose a enemigos inmediatos, a enemigos construidos por nuestra necesidad de contender. Los errores se fomentan y cuando son expuestos, reclamados, el daño ya es suficientemente grande. El egoísmo individualista y las ganas de "joder" sucumben ante el compañerismo y la afabilidad de la confianza y el respeto. Los errores se repiten y se siguen repitiendo, en cada espacio de convivencia y más aún... en cada paso, en cada sueño preconcebido.

Inminente reserva
concreto paso
identidad conserva,
mentira, ocaso.