Ensayos maniacoideológicos

cacofonías del egoísmo

1/12/2006

El mundo fagocitándose y perdiéndose en los típicos enredos del sentido de la vida. No para, continúa, se sigue reproduciendo la mugre interna y externa. El egoísmo se despliega en cada momento pero siempre, siempre hay un pequeño ser del mundo que emerge sin negar sus determinaciones e inseguridades y sin embargo, se da, se entrega totalmente.

Ese etéreo y mágico Ser permite una experimentación sin fin y embiste cotidianamente en la vida de otros, ilumina esos mundos y les comunica a los demás sus intenciones. Ama arrebatadoramente mientras escucha y habla. Resume su pensamiento en oscuros tonos, en actitudes teatrales, en bromas perpetuas, en chistes y absurdos continuos.

Resuelve su cotidiana existencia con el día a día. No le preocupa ni añora un mañana productivo y de riquezas, sólo vive y ríe y emprende proyectos de naturaleza efímera y su futuro y el de quienes lo rodea lo proyecta como los antiguos lo designaron.