Ensayos maniacoideológicos

cacofonías del egoísmo

4/20/2005

Por fin se murió el papa y ya hay un sucesor: Benedicto XVI el cual, se dice, es igual o más conservador que el muertito. También se dice, que es un "maromero" de lo pior pior, ya que siendo púber fue un militante de las juventudes hitlerianas; y ya ordenado cardenal, durante el Concilio Vaticano II durante los papados de Juan XXIII y Pablo VI (1962-1965), en el que se presentaron posturas progresistas algunas de ellas relacionadas con la llamada "opción preferencial por los pobres", el cardenal Ratzinger se mostró bastante liberal. De cualquier forma y debido a sus claros antecedentes conservadores, quizá pocos podrán hablar bien del señor y muchos hablarán muy mal.

Que si es anticomunista y anticondón, que si fue un sucesor designado por el ex papa, que si en realidad el era el Josep Cordoba Montoya de Juan Pablo II, que si es o no un auténtico guadalupano... lo único cierto es que, el que sea suficientemente anciano: setentayochoañejos, los achaques de la vejez se presentarán pronto (de hecho parece que ya están presentes) y la televisión se encontrará permanentemente a su lado, hasta que termine por colgar la sotana, ahora blanquita-blanquita.

¿Porqué Benedicto?, se preguntan analistas, estudiosos y "expertos" como el gran líder de opinión Javier Alatorre; bueno, pues resulta que Benedicto es el nombre que acá en los países de habla hispana conocemos como Benito, específicamente San Benito ¿recuerda usted alguna clara alusión a usar un sanbenito?

San Benito...
el cual no tiene nada que ver ni con Benito Juárez, ni con Benito Mussolini

... fue un sujeto bastante extraño que vivió en Nursia, hoy Italia, por allá del 450 de nuestra era. Su oficio era el de exorcista mientras vivía asceticamente como ermitaño, también se destacó por ser un profeta al prever su propia muerte el 15 de marzo de 547. Como a todos los santitos y santitas, se le atribuye una vida llena de obras (o)pias. Fue institucionalizado como patrono de Europa por la iglesia católica en 1964.

Pues bien, ese es el santito en el que se inspiró Ratzinger y por supuesto en los otros quince Benitos anteriores.

Espero con mucha devoción es que nos dure este Benito unos dos o tres añitos, porque he quedado exhausta de tanto papa en los medios.

Y pepi, pepe y pupa con tantas ganas de algo de papa p´a entrarle sin miedo a la pipa…